El miedo cuando no lo reconoces te encarcela, el amor es la ausencia de miedo. Nos movemos por nuestros miedos hemos olvidado quiénes somos para que nuestros temores sean los protagonistas y manejen nuestra vida. Es que es mucho más seguro ir con el corazón blindado en un mundo de balas, es más sencillo protegerse que arriesgarse, reprimir que soltar, negar que aceptar, y así vamos por el mundo acumulando cargas pesadas que no nos dejan avanzar, los miedos siempre estarán con nosotros pero hay que aprender a reconocerlos y trascenderlos, vivir la enseñanza convertirla en sabiduría porque si meditamos y recordamos estas memorias de dolor, rabia, tristeza, rechazo, amor profundo ,alegría ,que se han transformado en miedo porque hemos decidido cerrarnos consciente o inconscientemente como mecanismo de defensa, caminamos con la coraza y con las máscaras que nos hacen perder la esencia. Una persona trascendental lucha por quitarse las máscaras y hacer lo que quiera hacer. Al reconocer estas memorias y comprender porque actuamos como actuamos, cuando vamos a la raíz nos preguntamos si cambiaríamos algo y estoy segura que la respuesta es que no porque todo esto ha venido a ti para hacer un maravilloso aprendizaje. Cuando eres maestra te enamoras de tu primer niño y luego duele mucho cuando te separas igual sucede con el primer amor, con el familiar o amigo que te engaño ,con el trabajo que amabas y se terminó ,la mascota o la persona que se marchó ,y así nos vamos cerrando. Mi papá me decía que no entregue siempre mi corazón que amo demasiado fuerte,que no me a mis parejas tanto ni tampoco a mi gato pero es que yo no conozco otra forma de amar o es todo o es nada. El amor no se mide con el miedo porque así se deja de vivir si queremos volver a sentir como las primeras veces hay que trascenderlo todo, aprender sin olvidar y amar en libertad sin apegos porque todo cambia, todo pasa y nada es eterno ,nosotros un día ya no estaremos y tampoco están los miedos que nos limitaron y condicionaron nuestra existencia y nuestras ganas de querer tenerlo todo. Que la enseñanza no te cierre, pero sí que te haga más sabio. Aceptar los finales, amar los comienzos.
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